Aauri Bokesa: Una firme defensora del Deporte y sus Valores

Mi nombre es Aauri Bokesa

Soy hija de Anacleto y Chiki, nacidos en la isla de Bioko, antigua Fernando Poo. Yo nací en Madrid, y me considero una española orgullosa de serlo independientemente de lo que muchos puedan opinar debido al color de mi piel. Por mis venas corre sangre bubi, y aunque hasta el momento no conozco la tierra en la que nacieron mis padres, tengo la suerte de que a lo largo de mi infancia y adolescencia se me haya educado también en mis orígenes y se me hayan inculcado los valores y el significado de ser bubi.

Pese a estar escribiendo para esta gran revista afro, no estoy aquí para hablar de lo que significa o ha significado para mi crecer en un país de blancos siendo negra, ni vengo a explicaros lo doloroso que es que en muchas ocasiones no se me considere ni suficientemente negra (muchos africanos consideran que estoy demasiado españolizada, y no les falta razón) ni suficientemente española (el color de piel en pleno siglo XXI sigue determinando tu lugar de procedencia). Es muy difícil no sentirse libre de poder sentirse de donde uno se siente (valga la redundancia). Pero, como decía, este tema lo dejaremos para otra ocasión.

En esta ocasión estoy aquí para hablaros del poder del deporte.

Como os comentaba en el primer párrafo, soy española (llevo representando a España en deportes desde los 12 años) y tengo sangre bubi. Soy hija de Anacleto y Chiki, hermana de Javier y novia de Pedro. Soy exjugadora profesional de baloncesto; ahora atleta internacional de Nike Running. Fui olímpica en Londres 2012 y Río 2016. Soy trabajadora social con un máster en desarrollo social. Y lo que más orgullosa me hace sentir: creadora y co-coordinadora de DXT para la Vida, un programa de educación en valores y habilidades sociales a través del deporte.

Gracias a Chiki y a su insistencia desde mis 6 años de que el deporte tenía que formar parte de mi vida, se convirtió en una de mis pasiones. Y gracias a Anacleto y su gran obsesión de ayudar a los demás, estudié trabajo social. A día de hoy, he ligado deporte y trabajo social para crear un programa de educación en valores y habilidades sociales a través del deporte, con el apoyo de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, que financia el programa, y del doctor Rodrigo Pardo, experto en la materia y co-coordinador del proyecto.

Aauri Bokesa preparada para correr con zapatos de tacón

Deporte para la Vida busca ayudar a aquellos niños y niñas que, por diferentes motivos, se encuentran en una situación de desventaja social, brindándoles las herramientas necesarias para que puedan ser dueños de su destino en el futuro. Un educador deportivo, a través de la actividad física y el deporte, trabaja con ellos temas como el respeto, la autoestima, el esfuerzo, la autonomía, el compañerismo y el liderazgo. A través de actividades lúdicas, los menores aprenden haciendo deporte, con el fin último de trasladar todo lo aprendido en las sesiones deportivas a sus vidas cotidianas.

Soy fiel defensora del deporte y sus valores. El deporte ha forjado mi carácter y me ha dado, probablemente, la mayoría de mis momentos felices. He tenido la suerte de contar con figuras de referencia adecuadas, entrenadores que se preocuparon por mi desarrollo personal tanto como por mi desarrollo físico.

Y es que, pese a lo que siempre se dice, el deporte no es algo bueno por sí solo. Por desgracia, hemos visto en incontables ocasiones cómo también puede sacar lo peor de las personas. Sin embargo, el deporte puede ayudarte a sacar lo mejor de ti siempre y cuando te rodees de las personas y las instituciones adecuadas. Si eso es así, el deporte será una gran escuela de valores.

(Casi) todos tenemos como objetivo en la vida progresar, ser un poco mejores de lo que éramos en el pasado: sacar mejores notas, ascender en un puesto de trabajo, ser mejor ciudadano, ser útil, sentirse realizado... Creo firmemente que el deporte puede ayudar a ser mejores personas.

El deporte es como la vida misma, y por eso se dice que la vida es una carrera de obstáculos. Se trata de ponerse un objetivo y trabajar duro para alcanzarlo, respetando las normas y los límites establecidos. Sacrificarse, fallar, levantarse, volver a intentarlo, volver a fallar... estar a punto de tirar la toalla, pero finalmente conseguirlo (o no), siendo más fuerte y más sabio que antes. Acabar con la satisfacción de saber que nada me impedirá intentarlo, que los límites me los pongo yo; que, en el mejor de los casos, lo conseguiré y, en el peor, estaré más preparado para volver a intentarlo una segunda vez.

El deporte está ligado al respeto por las normas, al respeto por los demás, a la disciplina, al esfuerzo, al sacrificio, al compañerismo... Ser todo eso para, además, poder ser un referente para los demás. Y uno no tiene que ser Rafa Nadal para tener esos valores. Uno simplemente debe tener el objetivo de ser mejor de lo que era ayer.

"Si estás leyendo esto, te aconsejo que hoy te pongas el objetivo de empezar a hacer deporte, te calces unas zapatillas y salgas a la calle, hagas un poco de ejercicio, lo que sea: camina, corre, haz abdominales... Y que, al terminar, disfrutes de las endorfinas y de esa magnífica sensación de haber vencido la pereza y de haberte puesto un objetivo y haberlo cumplido"

Aauri Bokesa

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