Ejercicios para Diferenciar tu Ego de tu Verdadero Yo
¡Hola!
En esta ocasión quiero compartir contigx unos ejercicios que me están ayudando mucho a saber diferenciar mi ego de mi mismx.
Espera Jadi, ¿cómo que yo mismx?
Te cuento rápidamente. Al igual que debemos saber que todxs somos una triada: mente, cuerpo y espíritu/alma, debemos saber que dentro de nosotrxs también estamos acompañadxs.
Esa voz que tenemos dentro de nuestra cabeza, continuamente juzgándonos y criticándonos, se suele llamar ego. Es esa personalidad que hemos ido desarrollando a lo largo de los años para protegernos y superar los obstáculos de nuestra vida diaria.
El ego no es malo ni bueno; es esa parte de nosotrxs que, si la hemos identificado, podemos utilizar a nuestro favor. Pero, ¿cómo llegamos a ese punto? ¿Cómo sabemos que estamos hablando desde el miedo, desde nuestra imaginación y no desde nuestra intuición y nuestro ser?
Te cuento estos tips que te pueden ayudar a identificar si es tu ego o tu intuición:
1. Identifica tus temores y limitaciones
El primer paso es identificar nuestros temores, nuestras limitaciones, aquellos patrones que hemos ido adquiriendo con los años.
En la escuela o en casa no nos han enseñado a querernos ni a cuidarnos. Incluso nuestra propia familia y entorno nos han dicho comentarios hirientes como, por ejemplo: "eres un inútil", "no vales para nada", "eres un vago" y un largo etcétera que se ha quedado impregnado en nuestro subconsciente y nos limita.
Una vez hemos identificado estas limitaciones, debemos emplear las herramientas que nos ha proporcionado el paso de los años, la madurez y, ¿por qué no?, los golpes de la vida.
Aprovechemos esta escuela que llamamos vida y saquemos la mejor parte, como dijeron los Monty Python:
"Always look on the bright side of life."
2. Utiliza una lista para gestionar el estrés
Otra herramienta que utilizo es la siguiente lista:
- Situación: Escribo la situación que me está generando estrés, sin juzgar, concretamente apuntando lo que ha pasado.
- Emoción: Escribo la emoción o emociones que estoy sintiendo debido a lo que ha ocurrido.
- Pensamientos: Continuo con los pensamientos que se me pasan por la mente en ese momento, tanto positivos como negativos.
Aquí te va un rápido ejemplo:
- Situación: Escribo un mensaje a X persona y no responde.
- Emoción: Inseguridad, sentimientos de insuficiencia, empiezo a pensar si he hecho algo mal.
- Pensamientos:
- Negativos: Me empiezan a bombardear pensamientos de que seguramente no soy demasiado importante para esa persona, por eso no me contesta, o que no quiere hacerme caso porque, en total, no soy nadie.
- Positivos: Está ocupadx y no puede contestar.
Este ejercicio me ayuda a ver desde fuera mis pensamientos y emociones, y así canalizarlas, desechar lo que me retiene e incrementar mis pensamientos que me ayudan a crecer.
3. Medita
Y, por último, pero no menos importante, medita. La meditación es una gran herramienta para poder convertirnos en observadorxs de nuestros pensamientos, a no reaccionar con reactividad. Nos ayuda a diferenciar esa vocecita de nuestras cabezas de nuestra intuición, nuestra esencia y nuestro más puro ser.
Recuerda que mente y cuerpo es una sola comunidad. Igual que cuando entrenas, levantas peso, corres o nadas… nuestra mente también necesita ser entrenada, tratada y cuidada.
Espero que estos pequeños tips te ayuden a poder tener una mejor relación contigo mismx y a dejar de autosabotearte.
Puedes ir poco a poco incorporándolos en tu rutina diaria y se irán convirtiendo en tu día a día.
Recuerda que la práctica hace al maestro.
¡Hasta el siguiente número!
¿Me invitas a un café?
Tanto escribir me ha dado ganas de tomarme un café. Si te ha gustado el post, invitarme a un café te saldrá muy barato.