Cavassa Spazio Arte… mucho más que un espacio físico
Cavassa Spazio Arte es un espacio de formación, investigación y creación artística fundado por Marta Cavassa. Este centro es como un pequeño templo que se inaugura en la colonia de Torrelodones en septiembre de 2017. Desde ese momento, niños, jóvenes y adultos, eligen este lugar y con él, el arte como medio de canalización personal, social y en algunos casos, también profesional.
Durante este tiempo, Marta Cavassa ha creado y dirigido numerosas piezas de danza y/o teatro inspiradas en: el conflicto de Siria, el bullying, la gran potencia: el amor, la historia de la desaparición de una niña que no encuentra su espacio en este mundo, el viaje de la música Jazz de África a Nueva York, la mujer que se encuentra bajo la pluma del hombre que escribe la historia, la vida del agua, la colonización del mundo al mando de la tecnología, entre otras.
Y si ahora te dijera que la verdad se esconde en el vacío que rodean las vocales de este discurso, o en la distancia que existe entre cada palabra o en los puntos finales que inconscientemente se te olvidan escribir cuando quieres dejar paso a nuevas ideas. En definitiva, el lenguaje humano es muy limitado.
A veces las cosas más importantes en la vida suceden por las causas más insospechadas. Ella no eligió abrir una escuela. Fue como si las personas que le seguían, y el afán que tenían de seguir bailando, la aparición del contratiempo, el espacio físico, el segundo preciso, la llamada indicada… se hubiesen reunido para erigir este proyecto. Ha sido siempre apoyo de mucha gente, confianza y ¡Eureka!. En pocas palabras, como diría Quignard; “Es caer y surgir al mismo tiempo”.

Hasta la raíz
Freno en seco y de pronto me doy cuenta que hablar del origen de algo o alguien es pura ilusión, es arena movediza, son formas delineadas con tinta de niebla. Pero me atreveré a viajar al pasado, a poner el punto rojo de partida en el seno.
Marta Cavassa es hija de una mujer que no podía tener hijos, hasta ese momento. La cual remaba encadenada a su remo sin moverse del lugar, que cada día era la misma y a la par otra para buscar salvarse. Y para quien la palabra aparición significaba en muchas ocasiones oscuridad.
Esa mujer era la reencarnación de Penélope, de la mujer que espero, desesperó y siguió esperando a su Ulises, y en este caso lo hizo más allá de su propia vida. Ya antes comenzó a tejer el seno de este artículo, que escribe su hija, en el momento que se metió en un grupo de teatro independiente que transitaba el territorio de La Rioja en tiempos de censura. Se lanzó de cabeza para gritar aunque fuera de manera muda, para reír como los locos aunque al mismo tiempo se tuviera que subir el volumen de la música del tocadiscos. Se unió a ese grupo para viajar por universos imaginarios sin dejar huellas visibles, para escuchar por primera vez el latido de su corazón. De ahí nació Marta Cavassa, en Logroño. Encarnó la viva imagen de la expresión artística, de la lucha por el primer respiro de la vida, del respeto, y el cambio.

Desde niña, Marta se adentro en el mundo de la danza y el teatro. Comenzó a crear proyectos y compañías de baile con otros apasionados como ella. A los 16 años colaboró con sus creaciones de danza y teatro en festivales con fines benéficos. Es en este punto, es donde comienza a ver el arte como medicina para la sociedad.
Emanciparse
¿Qué llevó a una joven artista riojana a fundar una compañía de teatro Al descubierto physical theatre (2015) juntos a otros compañeros de carrera, y después un centro de formación, Cavassa Spazio Arte?
Su necesidad de conocer más allá de lo aprendido, la condujo a irse a vivir y a estudiar a Madrid con tan solo 17 años. “Si volviese a nacer volvería a tomar las mismas decisiones, a coger el mismo camino, a pesar de las dificultades”; Ese pensamiento le invadía cada vez que se acostaba en la cama, con dolores en todo el cuerpo tras llevar horas bailando. Pero eso sí, la sonrisa que iluminaba su rostro cuando cerraba los ojos poseía la capacidad de curar heridas pasadas.
Marta daba la vida en cada reto, en cada paso de danza, en cada palabra recitada… A día de hoy lo sigue haciendo.
Seguir naciendo
Conocer al otro, acercarse con la curiosidad de un niño hacia lo desconocido, siempre ha sido para ella un enriquecimiento personal y profesional, y por consiguiente y bajo el efecto mariposa, esto se convierte en prosperidad para las personas que le acompañan.
Esta creencia firma un contrato con el tiempo y el espacio, sin pausa, sin consideración o levantamiento de fronteras, renovando las políticas bajo el lema del “aquí y ahora”. Ella y los equipos de personas con los que trabaja, siempre están abiertos a replantearse, a volver a dar luz pero también a quemar las naves si fuera necesario.
Rastros. Discípula de seres magistral
Fue discípula del Odin theater, de su entrenamiento de teatro físico y su teatro antropológico. Inspirada por el bailarín japonés Gyoheizaitsu y su danza Butoh; una danza sin nombre, un no saber. Cuya materia prima no es materia y en donde buceas en las profundidades de la condición humana y en su relación directa con la naturaleza. Bailar con los órganos, gravitar en la música que generan los cuerpos in situ.
Hipnotizada por el teatro ritual de México, por observar al Ser como consecuencia de un contexto, y la búsqueda incansable de encontrar su verdadera identidad. Esta inquietud que brotó en ella, la llevó a viajar en dos ocasiones a dicho país para dar forma a su investigación de la carrera universitaria; La pre-esencia de Ser mesoamericano: Del rito al teatro. Por la cual recibiría matrícula de honor.
Durante su investigación llega a un punto que le interesa especialmente, encontrar una esfera en la que todos convivan en un lenguaje universal. Marta pudo encontrarla y analizarla a través de ejercicios teatrales propuestos a actores de la universidad UAEH en Real del monte (México). Estudiar el trabajo del actor dándole el valor y la función como la que podría tener el Chamán para la sociedad mesoamericana, le hizo ver el arte como medicina natural y por consiguiente dar relevancia al papel que ocupa el artista en este mundo.
En 2016 Marta viaja a Grecia, a la montaña de Helmos, para participar en el proyecto de teatro antropológico Energía dirigido por Stamatis Efstathiou. Allí se juntaron varios actores, procedentes de diferentes países para convivir, investigar y crear en el ámbito teatral desde sus propias creencias, cánticos, idiomas, técnicas teatrales... para después representarlo ante los habitantes de aldeas que nunca antes habían visto una representación teatral, o habían escuchado o visto a una mujer hindú cantando, u otra de origen ruso narrando tantas historias a través de la memoria de su cuerpo.
Cuba en el 2019 fue estudiar la danza afrocubana en el nacional de la Habana y también el teatro del espacio interior en Camagüey dirigido por Mario Junkera, y su sabiduría, su férreo compromiso y su constante brillo en los ojos. Ese viaje también le impulsó Marta a recorrer otras regiones, a sentir la música de cantautores con espíritu y voz incallable, la música del campo, la música en directo y la percusión y el baile en cada esquina de la isla. El don de los sin nombre, el recurrir al arte como recuerdo, pero también como olvido, bailar a los dioses o que ellos bailen dentro de ti. Fue revelación, absoluta revelación.
En 2022 Marta recibe una llamada para ir Alemania y participar como bailarina en el proyecto Suit- Cased dirigido por Sofía Pomeroy. Otra cultura, otro método, otra disciplina, otro conteo; rígido y movimientos lineales, todo muchas más geométrico donde sentía que su cuerpo era edificio. Era como si al mover el cuerpo este hiciera sonar la música en vez de a la inversa como siempre había sentido la danza; como respuesta de navegar dentro de la música.
El movimiento era como una reivindicación a los genocidios, la sensación de la abolición de la armonía, la quemadura en el cuerpo al arrastrarse por el suelo, el salto magistral de danza con el fin de buscar mirar al otro lado del muro. De igual modo, todo esto y más fue realmente un gran hallazgo.
Movimiento. Arte y ética.
Marta Cavassa a lo largo de estos años ha trabajado con varias organizaciones con las cuales conecta tanto ideológicamente como en el ámbito artístico.
En abril de 2018, El British Council, el Teatro Real de Madrid y el Royal Ballet de Londres unieron sus fuerzas para crear Dance in the City, un nuevo proyecto de danza inclusiva. La escuela Cavassa Spazio Arte (equipo, alumnado y familiares) colaboraron en este proyecto y finalmente bailaron una versión del lago de los cisnes memorable por la causa.
Residui teatro le brindó la magnífica oportunidad de formar parte del proyecto Tone, en el 2021; 30 personas de 15 países del mundo; migrantes, refugiados y no solo, se unieron para transitar por una hibrida y enriquecedora experiencia artística. Fue un aprendizaje con todos, y en todos los sentidos. Más tarde nación GREEN UP donde investigaron y crearon en torno al arte, la ecología y la sostenibilidad.
Bionic Festival es un proyecto sostenible y multicultural que une danza, música y árboles móviles. El artista y director Honevo, brindo la oportunidad a Cavassa Spazio Arte para que alumnas de la escuela bailaran en dicho festival. La organización les otorgó el premio oxygen for the future award. Esto resultó un reconocimiento no solo por parte de ellos, sino también para los integrantes de la escuela; fue observar con orgullo en un espejo el trabajo que estaban haciendo.
En estos momentos, Marta Cavassa a parte de continúan con el proyecto de su escuela, y trabajar como artista en otras creaciones externas. Imparte clases de teatro, arteterapia, entre otras, en las tutorías del instituto El burgo-Ignacio Echeverría (Las Rozas-Madrid). Una iniciativa del centro para mejorar la conducta y el respeto entre los jóvenes, buscando la reflexión también en el cuerpo, apoyándonos en herramientas artísticas.


En el horizonte.
En ocasiones enseñando, en otras aprendiendo, colaborando, actuando, bailando… Marta seguirá buscando que el Ser sea libre en su conocimiento, que gobierne su cuerpo y no tiranice otras vidas, que converse con sus emociones y que a todas las acoja en la misma asamblea. Que cada experiencia sea una oportunidad de trascender.
“Encontré el hogar en mi arte y el sentido, en el otro”. Esta joven artista ahora siente que no está sola porque danza en una constante relación. Busca ser fiel a sí misma. Todo lo ve posible, y vivir en esa magia de hacer visible lo invisible le da potencia para seguir creando, y viviendo.
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