El bulo en la historia: cómo las mentiras han moldeado el pasado y siguen marcando el presente

De César Augusto a los «menas»: una historia de fake news que se repite

Magazine SLV. Sociedad. “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. La frase de Goebbels, el nazi artífice de la solución final para los judíos en la segunda guerra mundial, está plenamente vigente en la actualidad ya que asistimos a un constante bombardeo de noticias falsas con la intención de crear un estado de opinión de una sociedad poco dada a la reflexión y a la autocrítica.

Nada nuevo bajo el sol, diría un castizo, toda vez que la mentira es un arma política profusamente utilizada en la historia. César Augusto en su guerra particular con Marco Antonio por el poder político del imperio romano, llegó a ridiculizar a su rival acuñando monedas donde se le presentaba a él y a su amante, Cleopatra, como unos auténticos degenerados y perversos, capaces de cualquier desafuero en contra de los intereses de Roma. Menos “Begoño” e hijo de fruta, a la pareja de enamorados se les insultó con todo el amplio repertorio del latín de entonces. Aquella táctica política tuvo resultado, ya que César Augusto consiguió ser uno de los emperadores más longevos de la historia de Roma.

La Edad Media fue una de las épocas de mayor auge de los bulos, destacando entre todos la conocida como “Donación de Constantino”. Dicha donación, que no era otra cosa que un documento falso, pero profusamente aireado en el boca a boca, atribuía la propiedad de la ciudad de Roma y amplios territorios en el oeste de Italia a la iglesia católica, que no dudó en utilizar tamaña mentira para apropiarse de media península itálica. Tuvo que ser Lorenzo Valla, un filósofo y humanista italiano el que dejase al descubierto la falsedad del documento, algo que le costó posteriormente una condena de la iglesia. Ríanse ustedes de los ocupas de hoy y el grave problema que supone a este país tener el 0,0000057 % de los pisos ocupados. Del precio de la vivienda ya hablaremos otro día.

Muy al gusto de los fake news actuales, situaríamos los conocidos como “libelos de sangre” de la edad media, en su mayoría dirigidos contra los precarios de la época: los judíos. ¿Qué ha considerado la historia como los bulos de los libelos de sangre? . Pues acusaciones sin prueba que corrían de boca en boca entre la población por supuestos crímenes que cometían los judíos medievales. El más famoso sería el caso del “Santo niño de la guardia”, donde se pasó por la hoguera a varios conversos y a dos judíos por haber corrido el rumor que habían asesinado a un niño. ¿Hubo tal crimen? No. Sólo se hizo necesario que alguien dijera que habían asesinado a un niño, para que el boca a boca hiciera lo demás. Algo parecido a las múltiples violaciones y asesinatos que se le atribuyen a los precarios actuales: los menores no acompañados o más conocidos como menas, que tuvieron que sufrir el acoso de grupos de extrema derecha en una casa de acogida por unos hechos en los que no participaron. Menos mal que la policía impidió a las hordas bárbaras subir al piso donde se alojaban los críos, como era la intención, porque podíamos haber reeditado el mismo caso.

El bulo es un arma muy peligrosa y debemos, como sociedad, luchar contra ello. Reino Unido ha salido de la Unión Europea, lo que ha hecho más débil a la unión como organización política, porque se usó de manera intensa el bulo. Unas veces era que la salida de la unión europea supondría al inglés medio una rebaja de impuestos; otras que supondría el fin de la inmigración irregular; o que no sujetos a las políticas económicas comunes, el comercio de las islas británicas disfrutaría de un aumento importante.

No ha sucedido nada de lo que predijeron los mentirosos, que obedeciendo a oscuros intereses de la geopolítica internacional, engañaron a la mayoría. Hoy en día, si se repitiesen los comicios, Reino Unido seguiría en la Unión Europea y los británicos maldicen el día que se dejaron engañar, ya que sufren cada día en sus carnes el aumento de precios, la recesión económica y el aumento del paro.

No es tema baladí la cuestión de los bulos en una sociedad ya de por si suficientemente polarizada. Por ello sería muy recomendable que cada uno de nosotros y nosotras tuviera en cuenta lo siguiente:

• Antes de propagar un rumor asegúrate de que no es falso.
• Analiza el origen de la noticia. Hazte preguntas cómo ¿quién puede estar detrás de esto? ¿ A quién beneficia y a quién perjudica lo que dice aquí?. A veces el sentido común es suficiente
• Ten pensamiento autocrítico cuando se intente criminalizar a un colectivo determinado, a una etnia, a un grupo social, etc.etc. normalmente esos actos son alimentados por intolerantes.
• Y sobre todo… usa el sentido común.

Gabriel Trejo González, es ex-policía, experto en violencia urbana, profesor acreditado de seguridad privada y de varias academias de policía. Ha dado varias conferencias sobre los grupos ultras en las universidades públicas de Madrid y Navarra.

Artículo original: Click aquí